voces de leyenda
La música no es sólo quien la canta, por supuesto, pero es probable que sean las voces de grandes intérpretes las que consigan una más profunda conexión emocional con los auditores. Diversos documentales incluidos en nuestra programación de este año se detienen precisamente en esas gargantas excepcionalmente dotadas, convertidas en materia de leyenda por mujeres y hombres que las utilizaron como vehículo de expresión por fuera del canon. Más que impecables, sus registros vocales fueron marcas poderosas, cargadas de sentimiento, muchas veces fieles a tormentos interiores que encontraban algo de alivio en la música.
Dos mujeres de orígenes, estilos y géneros por completo disímiles son perfecto ejemplo de intérpretes que cargaron su canto de la infelicidad con la que vivieron. La grecoamericana Maria Callas, la más famosa cantante de ópera del siglo XX, le transmitió de inmediato su soledad al director Tony Palmer apenas se conocieron, en 1973 en París. «Más que la película de una gran cantante con una vida atribulada, mi documental es sobre una mujer solitaria cuya vida atribulada destruyó su carrera», ha dicho el director británico, que en 1987 estrenó Maria Callas. La divina. A portrait. Puede establecerse en parte un paralelo rockero con la experiencia de Janis Joplin, quien vivió sus 27 años de vida atribulada por un sentimiento de profunda soledad y no pertenencia. Su talento y su drama sostienen Janis: Little girl blue, que IN-EDIT NESCAFÉ presenta en estreno para Latinoamérica.
De leyenda indiscutida ya es la voz de Chavela Vargas, gran señora de la canción mexicana (si bien nació en Costa Rica), quien se llevó a la tumba el secreto para interpretar «La llorona» como nadie más. Sus últimos meses de vida están registrados con respeto y admiración en El ruiseñor y la noche. Chavela Vargas canta a Lorca. También una frágil cercanía póstuma nos une a Kurt Cobain, de quien presentamos este año el único documental autorizado hasta ahora por su familia, Cobain: Montage of heck.
La llamada «canción cebolla» recibe este año un homenaje a través de uno de los documentales chilenos en competencia, El último rey del bolero, sobre el aún activo Luis Alberto Martínez. Y la poesía de Leonard Cohen se despliega pura y libre de fama, gracias a otro de los aportes de Tony Palmer. Leonard Cohen: Bird on a wire fue registrado cuando el trovador canadiense aún no componía los clásicos que le han traído fama intercontinental; o sea, antes de «Suzanne» y «Hallelujah».
Por último, la voz eterna de dos reyes: uno pálido, el otro afroamericano. Desde muy diversos enfoques, Elvis Presley y James Brown reciben sendos tributos en Orion: The man who would be king (sobre un curioso impostor suyo) y Mr. Dynamite, cinta producida por su más famoso admirador, Mick Jagger. Las suyas fueron voces amplificadas sobre y bajo el escenario, que activaron cambios profundos en la cultura. Voces para entender el siglo XX.